Salcedo,... "murales y mariposas"

Salcedo es una provincia considerada “cultural”. Quizá la ausencia de costas, de grandes atracciones turísticas o enormes monumentos tenga algo que ver con la importancia que siempre tuvieron aquí las actividades culturales.

Hasta hace unos años era sede de la Muestra Campesina, un festival que promovía principalmente la artesanía local y que atraía artistas de todas partes del país. Igual de atractivas eran las rutas del café y del cacao que se realizaban en el norte de la provincia para dar a conocer el proceso de producción de sus principales productos agrícolas. Ahora, otra ruta se encarga de mantener vivas las tareas culturales

En diciembre de 1999, la Asamblea General de la ONU declaró el 25 de noviembre como Día Internacional de la no Violencia contra la Mujer en conmemoración del asesinato, en 1960, de tres heroínas dominicanas víctimas de una de las más largas dictaduras de América Latina. Los activistas por los derechos de la mujer ya celebraban este día en su memoria desde 1981. Pero desde que partieron, un pintoresco pueblito en el norte del país les rinde honor en sus calles, sus paredes, sus esculturas, sus décimas y canciones. Ellas son las mariposas, mariposas que hoy revolotean más que nunca en la historia dominicana. Su historia ha paseado por el mundo como símbolo de la no violencia. Asesinadas en 1960 por orden de Rafael Leonidas Trujillo, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal pagaron con sus vidas su oposición al régimen establecido en República Dominicana de 1930 a 1961.

De las cuatro hijas del matrimonio Mirabal Reyes sobrevive Bélgica (Dedé). Ella, con la ayuda de la familia Mirabal, se ha encargado de eternizar el recuerdo de sus hermanas en la provincia donde nacieron, Salcedo.

Con el tiempo, el pequeño pueblo ha logrado convertir la tragedia en una referencia cultural de la que se sienten orgullosos porque, para los salcedenses, ellas están vivas. Una sola visita a la provincia es suficiente para comprobar que las hermanas Mirabal, en este pedacito de tierra de apenas 440.43 kilómetros cuadrados y cerca de 100 mil habitantes, en el norte del país, nunca se han ido. Todos se encargan de que su “ausencia” no se note.

La vida de los salcedenses gira en torno al recuerdo de las hermanas Mirabal. La casa donde pasaron los últimos diez meses de vida, perseguidas por el dictador, es un museo que conserva el mobiliario de la época y sus pertenencias personales: sus vestidos de novia, la larga trenza de cabello de María Teresa, los cuadros que pintaba Minerva, los bordados con los que se entretenían…

En un costado de la casa, “vivas en su jardín”, descansan sus restos y los de Manolo Tavárez, esposo de Minerva y un ferviente líder antitrujillista.

Un monumento vertical se levanta en el inmenso jardín de la casa natal en la que aún vive Dedé, en la comunidad Ojo de Agua, y una réplica de la casa de Patria, saqueada y quemada por la dictadura, es uno de los lugares más visitados en San José de Conuco.

Jardines, interminables pedazos de césped, árboles gigantes y casitas de madera de colores cálidos adornados con mariposas de colores identifican a las hermanas Mirabal en Salcedo y en el país.


Pero cien murales no bastaron ni las paredes públicas fueron suficientes para los artistas consagrados y noveles que quisieron formar parte de la ruta de las mariposas y gritaron al mundo que siguen admirando su valentía, sus valores personales y su incesante búsqueda de justicia social.

Como los dueños de casas y establecimientos comerciales no tardaron en ceder sus espacios para la muestra, pronto los tres municipios se llenaron de color, una especie de galería de arte en la que las pinturas aparecen por doquier, a intervalos, aquí y allá, en las esquinas, en los parques, en las verjas de las carreteras, adornando las paredes de los bancos y de las instituciones públicas, dando vida, incluso, a los siempre olvidados tanques –depósitos- que abastecen de agua al pueblo.

Aunque caben todos los temas, a los artistas se les hizo una petición: los murales deben incentivar y promover la cultura de paz, el desarrollo, las buenas costumbres, el trabajo, los valores patrios, las tradiciones y los atractivos no sólo de Salcedo, sino de la región.

Para culminar un año de altos vuelos, una buena noticia hará que las mariposas revoloteen más que nunca en la historia dominicana. Hace poco, el senado de la República aprobó una ley que cambia el nombre de la provincia Salcedo a provincia Hermanas Mirabal. Las razones y justificaciones sobran. Basta con consultar los libros de historia.

Otras actividades que hacen de Salcedo una ciudad interesante e impresionante y que cuentan con la colaboración de la Secretaría de Turismo, son la ruta del café y el festival cultural Hermanas Mirabal, esta última tiene como objetivo la preservación, el fomento y la promoción de todas las expresiones artísticas y valores culturales de la provincia.

En la provincia Salcedo hay tres lugares que especialmente recuerdan a las Hermanas Mirabal: el museo que está situado en el kilómetro 4 de la carretera Salcedo-Tenares.

El monumento frente a la casa donde nacieron en la comunidad de Ojo de Agua y donde aún vive doña Dedé Mirabal, hermana sobreviviente de “las mariposas”.

“La casa de Patria” en San José de Conuco que son una réplica del jardín y de las ruinas de la casa donde vivía Patria Mirabal y que fue saqueada y quemada por los calieses de la dictadura.

Artistas del pincel, local y de otras ciudades de República Dominicana, han hecho su aporte a Salcedo pintando murales en hospitales, liceos, empresas privadas y públicas. Entre estos se mencionan Elsa Núñez, Alberto Bass, Cándido Bidó.

“Nuestra meta era pintar cien murales, pero hasta el momento tenemos 135 y aparentemente ya las paredes no son suficientes y lo estamos haciendo en los tanques que sirven como depósito de agua para las comunidades”, expresó Xiomara Gómez.


Salcedo tiene una superficie de 440 km² , en el año 2000 su población era de 106,450. Tiene una densidad población de 241.9 por km².